Lo que implica trabajar con tus familiares, pareja o amigos.

Publicado por: Claudia Camacho En: Emprendedores, Empresa Familiar, Familia trabajando juntos, Negocio familiar

Quizá sientes ansiedad y seguramente lo piensas dos veces antes de involucrarte con tus seres queridos en una relación de negocios y trabajo en donde además hay dinero de por medio.

No quiero que te sientas así ante la idea de pensarlo o considerarlo, porque trabajar con ellos en una empresa o negocio familiar puede convertirse en una fuente de satisfacción y gratificación a nivel personal, profesional y económico.

Además de una alternativa muy viable en tiempos de cambios y crisis.

Por eso de entrada te digo algo que te tranquilizará: si lo estás considerando, si estás pensando en trabajar con estas personas tan cercanas a ti es porque seguramente tienes razones para hacerlo, además  la  intuición pocas veces se equivoca.

Sinceramente no creo que te imagines trabajando con alguien que te ha causado una herida emocional, que ha defraudado tu confianza o que te ha sido desleal.

Tampoco creo que estés pensando en trabajar por ejemplo, con una familia con la que no te une un fuerte vínculo o que sabes de sobra que no hay con quien armar equipo.

Sólo tú conoces el estado de la relación que tienes con quien estés pensando emprender.

Y como circulan tantas historias nefastas de familias que se rompen por un negocio o por un tema de dinero, tantas historias de parejas que terminan compitiendo o tantos casos de amigos que se vuelven rivales, es natural que sientas la necesidad de ser precavido.

Esos ecos no dejan de hacer ruido.

Por eso es que no quiero que te dejes apabullar por creencias o temores ajenos que a lo mejor no son los tuyos. Tampoco te dejes empujar de emociones e imaginarios tan fantasiosos que alteren tus expectativas de la realidad.

Para que amplíes la visión de trabajar con tus seres queridos te propongo ponerte unos lentes diferentes para ver mejor las implicaciones que tiene el aliarte con tus familiares, pareja o amigos.

 

 

1.Trabajar en familia, con tu pareja o amigos; no significa improvisar ni tomarlo a ligera.

Precisamente cuidar las relaciones que tienes con ellos, implica que no des por sentado que al funcionar la relación afectiva funcionará la relación laboral o que por ser muy fuerte el vínculo podrá soportar el peso de una relación de trabajo o negocios.

Para pensar en trabajar o en iniciar un negocio con alguien con quien ya tienes una relación empieza por revisar:

 

  • Cómo es cada quien

No tienes que ser un psicólogo ni un experto conductual para darte cuenta cómo es la forma de ser tuya y de quien o con quienes deseas vincularte en un negocio familiar. Considera si esas formas de ser, que funcionan en la relación cotidiana que tienen, podrían funcionar en un contexto diferente y exigente como el del trabajo.

  • Cómo ha sido nuestra historia laboral:

Tampoco tienes que haber trabajado en recursos humanos para hacer una retrospectiva tuya y de aquellos con quienes deseas emprender;  recuerda cómo ha sido tu estilo y tus preferencias al momento de desempeñarte en tus trabajos y cómo ha sido el recorrido de tus posibles aliados. 

Considera si pueden ser compatibles los estilos y la ética de trabajo de cada uno de los posibles integrantes del negocio familiar.

  • Cómo está nuestra relación:

Aunque el pasado ya es historia que no podemos cambiar, la forma en que se ha desarrollado o fluido la relación con quien ahora deseas emprender, sí es un elemento predictivo de cómo podría darse la nueva relación laboral que iniciarán.

Considera cómo han afrontado situaciones o momentos difíciles de estrés, de cambios o pérdidas. Analiza con cabeza fría sí podrían trabajar como equipo y no como rivales.

Evalúa si realmente quieres emprender o aliarte con ese ser querido; pariente, pareja o amigo por lo que puede aportar al negocio y no simplemente por capricho, por necesidad de cercanía o peor aún por mejorar la relación que ya tienen.

Existen relaciones con familiares, entre parejas o amigos que pueden llegar a ser muy tóxicas y complejas; relaciones de dependencia afectiva en las que se desdibuja la identidad individual y no se sabe dónde termina el uno y donde comienza el otro.

Otras relaciones se sostienen por el mero parentesco o por puro aguante para no terminar de una vez con una relación de años o de toda una vida.

Si has considerado emprender o iniciar un negocio familiar con alguien con quien te sientas atemorizado, minimizado o co-dependiente; o simplemente con alguien con quien creas te vas a sentir utilizado; para ahí. Ese semáforo en rojo no te lo debes pasar.

Apúntale a trabajar con esos seres queridos con los que además de talentos e intereses en común tienes una relación familiar, de pareja o de amistad,  sana y funcional.

Esto quiere decir, con quien tengas una relación en la que puedas hablar, ser tú, con quien compartas valores, con quien estés en los mismos términos de igualdad y con las que exista equilibrio entre dar y recibir.

Trabaja con quienes puedas relacionarte en un marco de respeto y equidad.

Seguro con lo que acabas de tener en cuenta y revisar ya has confirmado porque te digo que no te tomes a la ligera vincularte o iniciar una empresa familiar basado únicamente en la relación actual.

Y como nuestro propósito es que amplíes tu panorama y sigas conociendo las implicaciones de trabajar con tus familiares, pareja o amigos, para que tomes las decisiones más convenientes, en lo posible, te cuento ahora la siguiente implicación:

 

 

2.Trabajar con tus familiares, parientes o amigos trae consigo varias ventajas y también riesgos

Como todo en la vida tiene sus pros y sus contras; inclinarte a pensar que todo será color de rosa  porque trabajarás con gente que amas y ya conoces puede ser tan contraproducente como inclinarte a pensar que trabajar juntos dañará la relación o que puede ser lo más amenazante para ella.

Se trata de equilibrio y armonía; estar al tanto de las ventajas y riesgos que asumirán como negocio familiar contribuye a equilibrar inversiones, esfuerzos, y expectativas.  

La armonía por su parte, será el resultado del equilibrio entre lo positivo y lo negativo; la oportunidad y la amenaza. La aceptación de la imperfección.

Evita pensar el equilibrio y la armonía no solo como un fin o un objetivo;  piensa en ellos como un medio, como si fuesen esa balsa que te permitirá navegar por aguas turbulentas.

Trabajar para lograr las ventajas de un negocio familiar enfrentando los desafíos y aceptando los riesgos conlleva a una constante fluidez, interacción y conexión entre quienes hacen parte de ella. 

Éste fluir es el que conduce a la armonía.

Los negocios o empresas familiares gozan de ventajas muy reconocidas que probablemente ya conoces pero quiero enfatizar en éstas porque te ayudarán a mantener la motivación, a perseverar,  a ver claro lo que otros ven complejo, sobretodo; a tener presente el potencial que tienen.

10 ventajas que tienen las empresas o negocios familiares:

  1. Son percibidas como más confiables porque tienen cara.
  2. Suelen despertar simpatía y admiración por su trayectoria.
  3. Su identidad familiar le aporta singularidad y reconocimiento.
  4. El legado y la huella de su fundador trascienden y crean tradición.
  5. Despiertan un mayor sentido de pertenencia en quienes hacen parte de ella.
  6. Tejen redes de apoyo basadas en el sentido de solidaridad y compromiso.
  7. Son más propensas a desarrollar valores como  la lealtad y confidencialidad.
  8. Se convierten en oportunidades para sus miembros de crecimiento personal y profesional.
  9. Tienen capacidad de resiliencia; suelen tener una organización más flexible que les facilita recuperarse de las circunstancias difíciles y superar las dificultades. 
  10. Tienden a ser estables y permanecer en el tiempo generando a su vez estabilidad y garantía a sus integrantes, clientes y proveedores.

Por otro lado, también es necesario tener claridad en cuanto a los riesgos que pueden representar las alianzas entre familiares, parejas o amigos cuando de trabajo y negocios se trata.

Recuerda que hablamos de buscar equilibrio para lograr armonía.

Reconocer los riesgos no debe conducirte al pesimismo ni a dar por terminado lo que no has comenzado. 

Identificar los riesgos sí te servirá para hilar delgado en cuanto a las nuevas relaciones que se tejen, ser consciente de las amenazas y prevenir conflictos.

Probablemente has escuchado sobre los riesgos de enlazar negocios y afectos. Aquí también quiero enfatizar en aquellos que pueden resultar más amenazantes para las relaciones interpersonales dentro de un negocio o empresa familiar.

10 riesgos que traen las empresas familiares y que les puede costar la empresa y las relaciones:

  1. No darle formalidad al negocio. Aunque sean solo dos personas debe haber una organización y establecer unos procesos.
  2. No tener claridad en el rol que cada integrante cumple.
  3. Confundir los espacios de relación familiar con los espacios de relación laboral o profesional.
  4. Tomar decisiones con base en los sentimientos.
  5. Dar por hecho que el vínculo afectivo garantiza la eficiencia y responsabilidad entre quienes lo tienen.
  6. Manipular las relaciones interpersonales y afectivas a través del rol o las funciones que se cumplen dentro de la empresa.
  7. Proyectar en las relaciones laborales y profesionales los conflictos, dificultades y problemáticas de las relaciones personales.
  8. Entrar en juegos y luchas de poder.
  9. Vincular o formar alianzas de trabajo con parientes,  pareja o amigos por razones distintas a las profesionales o concernientes al negocio.
  10. No planear ni prevenir cómo resolverán conflictos futuros o tomarán decisiones imprevistas.

Todos son riesgos que con atención y prevención puedes minimizar incluso neutralizar.

Tendrás más propensión a unos que a otros, depende de los objetivos y sobretodo de la visión colectiva de la empresa o del negocio familiar.

Asume los riesgos como oportunidades de desarrollo si estás en una empresa familiar que ya se ha consolidado o como oportunidad de mejora si estas en una que  comienza.

Recuerda, si los riesgos en las empresas o negocios familiares superaran a las ventajas; las empresas familiares no tendrían el éxito que tienen ni ocuparían el lugar que ocupan en la economía mundial. 

Teniendo claro que trabajar con tus parientes, pareja o amigos implica no tomarlo a la ligera; ni perder de vista las ventajas y los riesgos; es momento de que consideres una tercera implicación si deseas trabajar con ellos.

 

 

3. Trabajar con tus familiares, pareja o amigos implica  alinear o ajustar expectativas

Equilibrar o ajustar las expectativas es clave para generar un ambiente de armonía entre quienes integran un negocio familiar.

Tener la oportunidad y facilitar el espacio para poder comunicar nuestra visión, puntos de vista, preocupaciones, ideas y dudas, temores, sugerencias o lo que creemos; es una importante estrategia que quien lidere una empresa o negocio familiar no debe pasar por alto. 

Alinear las expectativas no quiere decir igualarlas o que todos tengan las mismas.

Quiere decir identificarlas, conocerlas, expresarlas; para así poder concertar, establecer acuerdos, negociar y llegar a una visión común  a través de la misión individual que cada quien cumple.

Alinear expectativas también te permitirá identificar amenazas, riesgos o puntos débiles de las relaciones que quizá no te habías percatado.

Cada actividad orientada a conocer y ajustar expectativas en el grupo de trabajo será una oportunidad para aclarar, para anticipar futuros conflictos, para neutralizar amenazas.

Recuerda que las expectativas son todos esos supuestos con los que siempre llegamos a una relación. Una cantidad de ideas previas que nos hacemos mitad realidad mitad imaginación sobre cómo quisiéramos que resultara cada situación o proyecto en el que nos involucramos.

Éstos 10 tips te ayudarán a alinear las expectativas de aquellos con  quien estés pensando trabajar en un negocio familiar:

  1. Proporciona espacios para conversar.
  2. Lanza preguntas con relación a un tema que les incumbe a todos.
  3. Ofrece oportunidades para que cada uno exprese su punto de vista.
  4. No evadas una conversación difícil, al contrario, pónla sobre la mesa.
  5. Aplica la técnica de la validación o el reflejo: repite lo que acaba alguien de decir para tener la oportunidad de rectificarlo o corroborarlo. (Con cuidado no vayas a parecer que te burlas)
  6. Sintetiza, reúne las ideas que han expresado, especialmente aquellas en las que todos convergen y difieren.
  7. Encuentra y comunica esos puntos de vista que contribuyen al bienestar de la empresa o el negocio y no al ego de quien los expresa.
  8. Comparte cuáles son esos valores comunes que has identificado.
  9. Identifica claramente qué espera cada uno al ser parte de un negocio o empresa familiar.
  10. Retroalimenta aclarando dudas, disminuyendo la incertidumbre; sobretodo, procurando que todos se sientan parte.

Posiblemente, compartirás conmigo la certeza de que a medida que los negocios familiares van creciendo en tamaño, la posibilidad de conocer y alinear las expectativas de todos se va complicando.

Sin embargo, aunque sea solo en una entrevista de ingreso todas las empresas procuran la alineación de las expectativas y de los intereses de todos, desde el lugar o rol que cada persona ocupe.

Las empresas familiares a medida que van cambiando van implementando modos y formas de mantener la conexión entre sus integrantes a través del manejo equilibrado de las expectativas. 

Cuando este equilibrio se rompe entre lo que la persona espera y lo que recibe o entre lo que el negocio o la empresa familiar espera y recibe de sus integrantes se genera una desconexión emocional que suele resultar en crisis.

No dudes del potencial conector que tiene el atender y sintonizar las expectativas de todos con la realidad del negocio familiar.

Espero haber sido clara y haberte puesto al tanto  de algunas de las implicaciones que tiene el manejo de las relaciones interpersonales dentro de un negocio o empresa familiar; por lo menos de aquellas más prioritarias por reconocer y tener presentes.

Recuerda que trabajar con tus familiares, pareja o amigos implica no tomárselo a la ligera ni dar por sentado que una relación laboral funcionará porque una relación afectiva sí lo hace.

Potencializa las ventajas que pueden ofrecer por su naturaleza las empresas familiares, promueve el equilibrio y la armonía de las relaciones interpersonales a través de la alineación y el ajuste de las expectativas.

Si estás considerando vincularte a una empresa familiar que ya existe, conformar una con tus seres queridos o eres ya parte de un negocio familiar; desde el rol que ocupes, no descuides el componente psicológico y emocional  que  es el pegamento que sostiene las relaciones afectivas y laborales.

Las alianzas de trabajo y de negocios con las personas con las que ya tenemos una relación  personal;  exigen especial atención de los aspectos comunicativos, emocionales, motivacionales sobre los que se construirán las nuevas relaciones laborales.

Cúentanos en los comentarios qué otras implicaciones encuentras de trabajar con la familia, la pareja o los amigos…


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