Cómo tratarnos ante un cliente, ¿de manera afectiva o profesional?

Publicado por: Claudia Camacho En: Emprendedores, Empresa Familiar, Familia trabajando juntos, Familias, Negocio familiar, negociopropio, Parejas, Pymes

Si trabajas con tu pareja o con algunos familiares quizá te has encontrado en ése momento incómodo que no sabes si demostrar delante del cliente el vínculo afectivo que tienen (que se nota con las expresiones, las palabras o el trato) o mantenerlo en reserva.

Algunos no le ven mucho misterio pero hay otros que sí. Y tienen sus razones.

Unos evitan tratarse de manera cariñosa o afectuosa porque piensan que pueden parecer poco profesionales y afectar la credibilidad en ellos. Como les sucede a algunas parejas.

Otros prefieren evitar que los clientes conozcan los vínculos afectivos que tienen los familiares que trabajan en el negocio porque sienten que pierden autoridad, como es el caso de quienes trabajan con sus padres o sus tíos. Elena por ejemplo, siente que su tía y jefe la sigue tratando como la niña-sobrina en la empresa familiar, no le molesta, pero siente que no le ayuda en su rol de subdirectora. 

Ni qué decir cuando el trato con algún familiar con el que trabajas en lugar de ser cálido es frío, agrio o distante. Nada raro porque las relaciones pasan por altibajos y más trabajando juntos.

Si te ha pasado, sabes bien que se nota a leguas y que los clientes del negocio podrán saber cómo van las cosas entre ustedes dependiendo del trato que se tengan.

 ¡Imagino que no quieres eso!

Es entendible la incomodidad que puede surgir de un detalle como el determinar la forma de tratarse cuando trabajas con quien tienes un  estrecho vínculo. No quieres lastimar los sentimientos de tus familiares ni quieres afectar la imagen ante los clientes o proveedores.

Por eso quiero aprovechar esta oportunidad para mostrarte qué es lo que hay más allá de esta incomodidad antes de darte algunas ideas sobre cómo puedes salir de ella.

5 sugerencias para evitar o salir de esta incomodidad

Tener en cuenta el contexto del emprendimiento, negocio o trabajo: 

 

Pues no será lo mismo trabajar desde una oficina en casa que estar en un consultorio. Un contexto de trabajo formal o informal influye en los modos de relación porque lo ideal es estar a tono con el ambiente.

Recuerdo a dos esposos médicos que aunque la van de maravilla, en el centro médico que tienen, se tratan el uno al otro de doctor y doctora.  Y les funciona.

Créeme que algo tan sencillo como la manera de nombrarse el uno al otro marca un modo de relación diferente que les puede hacer sentir muy cómodos porque les da formalidad y les ayuda a contextualizarse mejor.

Y esta es precisamente mi siguiente sugerencia.

Tratarse desde el rol que cumplen en el negocio y no desde el rol familiar que cada uno tiene:

 

Es decir, teniendo claro el contexto de trabajo lo más conveniente es llamarse por el nombre pero hay casos en donde llamarse por el rol o la profesión es una buena opción. 

Evitar los motes o apodos, los diminutivos, y no referirse al otro como la tía, el primo, la abuela, o amorcito; servirán para demarcar los límites entre lo familiar y lo laboral.

Lleven el tiempo que lleven trabajando juntos, establezcan una estrategia de comunicación:

 

Nunca es tarde para hablar y acordar cómo se quieren tratar o cómo deben hacerlo para reflejar profesionalismo dando la imagen que quieren dar a sus clientes.

Lo que quiero decirte es que se pongan de acuerdo en la información que compartirán y transmitirán y los medios que utilizarán para hacerlo. 

Una estrategia sencilla puede ser muy útil como en el caso de una querida amiga de Weclan  que trabajando con su esposo y otros parientes acordaron que en la oficina sólo hablan asuntos del trabajo y los asuntos de casa o familia que necesitan comunicarse lo hacen a través de un chat sólo para temas de hogar. Así muestran prudencia ante sus clientes.

Tengan un espacio de tiempo y de lugar para hablar sobre ustedes:

 

Vale la pena decirte que las incomodidades que a veces surgen en el manejo de la relación afectiva y familiar dentro del trabajo, suceden porque no han tenido ni el tiempo ni el lugar para hacerlo. 

Simplemente hablan lo concerniente al trabajo o al mismo negocio pero no hablan de ustedes; sobre cómo se sienten, lo que piensan, aquello que les molesta, les preocupa, o que podría funcionarles para comunicarse mejor.

Sacar tiempo de las actividades diarias y tener un lugar para hablar sobre cómo están trabajando en familia o pareja, es una forma sencilla de evitar enredos e incomodidades y una manera de priorizar el bienestar de todos.

Identifiquen su propio estilo:

 

Así como cada pareja y cada familia tiene su modo particular de relacionarse, también es importante encontrar su propio estilo en un ambiente de trabajo, esto les permitirá una relación más fluida.

Tener su propio estilo les ayudará a sentirse cómodos trabajando juntos porque de manera natural delimitan el rol familiar del rol laboral. Casi que al sonido de un click pasarán de un nivel de relación informal a un nivel de relación formal según lo requiera el contexto de trabajo.

La clave está en conocerse y unir puntos en común.

Espero que estas sugerencias te resulten útiles para entrelazar esas relaciones familiares y laborales sin incomodidades dentro de ese negocio que comparten.

Quiero despedirme trayendo a colación un refrán que dice “los vestidos se dañan por las costuras”. Podemos perder algo de gran valor por detalles muy simples que a veces nos parecen insignificantes. No cometas el error de manejar las relaciones al interior de tu negocio familiar como meras costuras.

 ¿Has pasado por esta incomodidad? Déjanos tus comentarios.


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