
Trabajando con la familia, el tiempo y la dedicación en torno a la empresa que comparten, facilita que se traspasen los límites y tu familia puede terminar involucrándose en todos los planos de tu vida.
Para trabajar en armonía siempre será necesario que cada persona del clan familiar que integra el negocio, establezca límites y conserve su espacio personal.
Mientras más independiente sea cada uno, más probabilidad de éxito tendrán trabajando juntos, porque tomar cierta distancia posibilita que cada uno se relacione desde el rol que cumple con menos sesgos afectivos y emocionales.
De lo contrario, combinar lo familiar con lo laboral puede resultar en una mezcla de relaciones absorbentes, dependientes, conflictivas y convertirse en una pesadilla.
Nada conveniente ni para ti ni para el negocio.
Tuvimos la oportunidad de conocer de cerca la manera de funcionar de una familia que trabajaba en su propio almacén de ropa. Un negocio bien posicionado que al crecer como espuma fue requiriendo de sus “empleados” cada vez más tiempo y dedicación.
Todo el tiempo lo pasaban juntos en el almacén, ninguno realizaba una actividad diferente a su trabajo, la vida de cada uno giraba en torno al negocio y a los designios del tío que lo lideraba y cada uno se fue alejando más de la vida social y de su respectivo hogar.
Los lazos familiares que los mantenían en unidad y camaradería se fueron apretando tanto, hasta casi ahorcarlos sin que se dieran cuenta, resultando con el tiempo en una situación insostenible que llevó al declive del negocio y a un hastío de la relación familiar.
Quizá te suena dramático pero es cierto, y sucede con más frecuencia de lo que crees.
Lo que pasa es que las personas cuando están involucradas no se dan cuenta. Y menos cuando se trata de la familia. Culturalmente el chip “todo se vale por la familia”, en algunos casos resulta difícil de desinstalar.
Queremos compartirte algunas ideas que te ayudarán a trabajar con tu familia manteniendo sanas distancias; diferenciando la integración y la unidad de la dependencia, los chantajes emocionales y las culpas.
Son ideas que hemos reunido de las experiencias que han tenido familiares que trabajando en sus propios negocios, han ido construyendo con el tiempo relaciones de equilibrio y límites entre su vida personal, familiar y laboral.
Hemos clasificado estas recomendaciones en dos tipos de escenarios:
Primer escenario - Personas que están pensando en iniciar o vincularse a un negocio con su pareja o familiares:
Segundo escenario - Personas que ya están trabajando con su pareja o sus familiares en un negocio propio:
No hay que ser perfecto para trabajar en familia pero sí debes tener algunas claridades. Mientras más conscientes sean tú y tu familia de que tener un negocio propio implica cuidar y gestionar las relaciones personales que están detrás de él, menos complicaciones serán.
Así, mientras más independientes sean cada uno de los que integran una empresa o negocio familiar, menos enredos tendrán.
Más que a tu mente esperamos que estas ideas hayan llegado a tu corazón. No dudes en que todo lo que hagas por tí y para tí tocará también a tu familia. El efecto dominó.
Gracias por tomarte el tiempo para esta lectura. Nos encantará leer tu opinión sobre el tema, déjanos tus comentarios.
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