Seguramente estarás de acuerdo con nosotras en que por más confianza que tengas con tu pareja siempre hay temas de los que te cuesta hablar, que prefieres evitar porque generan disgustos, malestares o tensión entre los dos que no quieres sentir.
Temas que a veces no parecen trascendentales pero que cuando dejas de hablarlos y los escondes debajo de la alfombra, no se quedan ahí por mucho tiempo, al final si no los hablas resultan expresándose de cualquier otra forma, menos de una manera adecuada y oportuna.
Y te damos un ejemplo real de una pareja que por motivos de la pandemia tuvo que trabajar desde casa.
Uno de ellos se sentaba a trabajar en forma desarreglada, despeinado, y desaliñado; lo que molestaba profundamente al otro, al punto de sentirse constantemente irritado y disgustado por la falta de seriedad que sentía que le faltaba a su pareja con su propio negocio.
Quizá te parezca una simpleza pero era una conversación difícil de tener para quien permanecía disgustado, porque prefería aguantar que llegar a lastimar o hacer sentir mal al otro. Aunque ya te puedes imaginar lo que el silencio estaba cocinando allí.
Con tu pareja cada detalle cuenta.
Y si hay algo que te mortifica y piensas que “eso no es nada”, y esa idea se queda dando vueltas por tu mente de manera frecuente ó te hace sentir de determinada manera cuando aparece, ya son indicadores de que debes tomar acción y hablarlo.
Cuando vives la experiencia de trabajar con tu pareja se incrementan los temas de los qué hablar y las conversaciones profesionales y “difíciles” que deben tener. Algunas en torno al negocio o a la empresa concretamente y otras en torno a la relación que ambos han construido en este plano de lo laboral.
Aunque seas de pocas palabras y más amigo del silencio, tendrás que conversar con el otro si quieres que tanto el negocio como la relación, marchen a buen ritmo.
Una buena comunicación con tu pareja en forma de conversaciones productivas y profesionales será como un hilo de acero que los mantendrá unidos por más desafiantes que sean las circunstancias que vivan dentro del negocio.
Pero ¡ojo! conversar profesionalmente con el otro no es un “sincericidio”, no es utilizar las palabras para agredir o violentar diplomáticamente al otro. Es emplear la conversación profesional adecuadamente como una herramienta que, precisamente por el hecho de ser pareja, es más potente que cuando la usas con cualquier otra persona. Por eso, lo mejor es usarla siempre a favor.
Aclaremos entonces…
¿Qué es una conversación profesional?
Y quizá te estés preguntando …
¿Por qué una conversación profesional con mi pareja, es más difícil que si la tuviera con cualquier otra persona?
Y ya que tienes claras estas razones, entonces..
Lo primero que debes hacer es prepararte y luego, durante la conversación, disponerte mental y emocionalmente para llegar a acuerdos que convengan al negocio.
Primero: Te preparas antes de tener la conversación:
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- Imagina en tu mente estar teniendo la conversación con tu pareja y encuentra las razones por las cuales no te sientes cómodo, ¿qué tema del que estás expresando en esa conversación imaginaria es el que te genera incomodidad y por qué?.
- ¿Qué emociones sientes al imaginar esa conversación?. ¿Son positivas o son incómodas? ¿Qué puedes hacer para salir de esa emoción?
- Planeas un momento y lugar oportuno para llevar a cabo la conversación, el lugar que les permita centrarse en lo laboral.
- Planeas cuál será tu objetivo o cuál será la meta que tendrá esa conversación. Mientras más enfocado sea el tema o el motivo, más exitosa y productiva resultará la conversación.
Segundo: Durante la conversación:
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- Pones a raya tu ego, es decir, no buscas ganar teniendo la razón, ganas cuando lo acordado le conviene al negocio de los dos.
- Asumes la responsabilidad de lo que piensas y sientes. No culpas a tu pareja de que su comportamiento o su actitud te hizo sentir de X manera.
- Usas a favor el conocimiento que tienes sobre tu pareja, sobre la manera como se comunica para que la conversación fluya y puedan cumplir con el propósito que se han planteado.
- Te centras en el tema del negocio que necesitan resolver y no en otros asuntos o conversaciones pendientes que tienen que resolver como pareja.
- Tienes consciencia de ti mismo, de lo que expresas, de tus ideas, de lo que sientes y cómo lo expresas a tu pareja buscando llegar a acuerdos.
- Detectas cuándo es necesario solicitar ayuda, intervención o mediación de un tercero.
- Generas empatía con tu pareja controlando y manejando tus emociones para que ambos se dispongan positivamente para hablar los temas incómodos que corresponden al negocio.
- Hacen un cierre formal, dejando constancia por escrito de los acuerdos a los que han llegado y sobre los compromisos que requieren para llevar a cabo esos acuerdos.
Es natural que cuando trabajas en un negocio propio con tu pareja surjan conversaciones que les cueste dificultad tener; pero como se trata de avanzar y crecer en el negocio mientras preservan una relación afectiva, lo más conveniente no es evitarlas sino tenerlas y aprender a llevarlas cada vez que se deban hacer.
Ten presente que mientras más profesional sea la relación que tienen en torno a la empresa o al negocio; menos dificultades encontrarán para hablar de aquellos temas que los implican laboral y emocionalmente.
Finalmente, te invitamos a que encuentres en cada conversación “difícil” una oportunidad de crecimiento y evolución como persona, pareja y como socios o colegas. Evolución y crecimiento que sin duda se traducirá en una empresa resplandeciente que prospera con el brillo que ustedes mismos le dan.
Coméntanos, ¿Qué acción pondrás en marcha desde ya para tener conversaciones profesionales con tu pareja?
Esperamos hayas disfrutado la lectura.
Con amor, Claudia y Mónica.
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