Muchas veces se cree que los resultados económicos negativos de un negocio familiar tienen que ver sólo con los altos impuestos, la economía del país, la inflación, la tasa de interés, etc, poniendo toda la atención en factores externos que además no está en sus manos cambiar, sin percatarse de que hay otros factores internos, mucho más potentes que influyen en los resultados, como la gestión de la misma familia dentro del negocio.
La gestión familiar dentro del negocio es uno de los factores que más afecta los resultados económicos de un negocio familiar, ¿sabías esto?
La buena noticia es, que gestionar la familia dentro del negocio familiar es un factor interno del que sí puedes hacerte cargo.
Por eso en el artículo que tenemos para tí hoy, te contamos los 5 puntos que más afectan los resultados económicos de un negocio familiar, de acuerdo a nuestra experiencia, y cómo puedes evitar caer en ellos, para que puedas cambiar lo que sí está en tu manos cambiar, y que los resultados económicos del negocio sean muy diferentes el próximo año.
No dejes de leerte el 5 punto, es esencial. Así que vamos ya mismo con el primero:

Comprendemos muy bien que a veces la familia puede ejercer mucha presión para incorporar al negocio familiar a parientes que tal vez no tienen los méritos, la preparación, las habilidades, la experiencia o la actitud que se necesita.
Sin embargo, como líder de un negocio familiar, requieres equilibrar lo uno con lo otro, es decir, tomar decisiones que no se vuelvan ataques directos a tu familia, pero que también protejan los intereses económicos que están puestos en el negocio.
Y es que el hecho de que un familiar, un pariente, o incluso tu propia pareja no tenga las condiciones necesarias para desempeñar un rol dentro del negocio, genera una situación que traerá problemas a futuro tanto al negocio como a la relación.
Problemas y pérdidas. Porque surgirá la desmotivación, la baja productividad, las dificultades en la comunicación, la pérdida de recursos o materias primas, la pérdida de tiempo y las dificultades para llegar a acuerdos, entre otros.
El parentesco no debe ser la única razón para vincular a alguien, incluso si es un negocio familiar.
Sabemos que hay casos que se te pueden volver todo un dilema y un dolor de cabeza para ti y para el negocio. Por eso para facilitarte tomar estas decisiones sin convertirte en el villano de la familia, te sugerimos:
- Tener claro cuáles son los cargos existentes dentro del negocio y cuál es el perfil real que necesita cada cargo.
- No crees puestos de trabajo innecesarios solo porque necesitas vincular a un pariente al negocio, esto sale muy costoso.
- Ten un protocolo familiar en el que establezcan políticas y directrices claras sobre cómo se pueden vincular al negocio. Procura que esto lo conozca la familia.
✍? Si la vinculación de parientes sin méritos es un punto débil en tu negocio familiar con el que tienes que lidiar, darle formalidad al proceso de ingreso, se convertirá en tu carta ganadora.

A través de nuestra experiencia hemos visto que con el transcurrir del tiempo, muchas veces la motivación de los integrantes por el negocio familiar va decayendo.
Lo puedes notar en las continuas ausencias, en la impuntualidad, en el aumento de las excusas, en el incremento de los conflictos, de los errores y equivocaciones, entre otros.
Es natural que suceda, porque pasa en todas las relaciones; si no las alimentas y cultivas decae el entusiasmo, la energía y hasta el compromiso.
Lo que pasa es que al tratarse de un negocio, y más de un negocio familiar; la motivación es una variable determinante en los resultados económicos que se obtienen porque tiene influencia directa en la baja productividad afectando la sostenibilidad y el crecimiento.
Que trabajes con personas desmotivadas no es para tomarlo a la ligera, y pensar que es asunto de cada quién, no vale; es algo en lo que tú como líder debes intervenir si deseas más productividad, eficiencia, sentido de pertenencia y compromiso; que se traduzca en mejores resultados económicos.
Aunque te cueste creerlo, el dinero no es siempre el mayor motivador, especialmente los negocios y empresas familiares funcionan bajo otras dinámicas y aspectos psicológicos que mueven las emociones y motivaciones de sus miembros.
Algunas sugerencias que te damos para que vuelvas a encender la llama de la motivación en tu pareja o en tus parientes por el negocio familiar son:
- Identifica el salario emocional de cada uno; es decir, ¿Qué le da satisfacción a cada persona?. Tal vez ¿quiere tener más tiempo?¿Quiere tener un horario distinto? ¿Se siente mejor trabajando con números que con personas? ¿Prefiere estar en un proyecto más que en otro? En fin. Se trata de que conozcas lo que cada uno desea o necesita y de proporcionarselo si se puede.
- Reconoce las fortalezas de cada uno y ponlas a favor del negocio; trabajar en algo para lo que eres bueno es una de las mejores vitaminas contra la desmotivación, y si además te lo reconocen es como ¡WOW! Cuando eres esa clase de líder que aprecia, reconoce y valora; las personas con las que trabajas siempre estarán motivadas, entusiasmadas y dispuestas.
- Reconecta a cada uno con la visión y el propósito del negocio. Esto pareciera algo muy básico, sin embargo ten presente que ser parte de algo más grande es una gran fuerza motivadora, y muchas veces en los negocios familiares ésto se pasa por alto. Cuando tu pareja o tus parientes se re-conectan con el sueño que les llevó a ser parte del negocio, van a sentir de nuevo las maripositas de la ilusión y el entusiasmo.
✍? Si la desmotivación es un punto débil dentro del negocio familiar que lideras, conectar con el propósito del negocio y reajustar el sistema de recompensas e incentivos se convertirá en tu carta ganadora.

Es una de las razones detrás del bajo crecimiento económico del negocio familiar porque repercute en la productividad y sistematización de las tareas, en la inestabilidad y en la improvisación.
Cuando no hay estructura ni organización difícilmente hay profesionalismo, pero sí domina la confusión.
Creer que un negocio familiar (por ser familiar) no necesita estructura ni formalidad, es como creer que un edificio se podrá sostener solo con arena.
La formalidad del trabajo dentro de tu negocio familiar además de cumplir con lo requerido por la legislación nacional; también implica varios factores que van desde la creación y organización de las funciones para establecer que rol cumple cada quien, hasta las normas de comportamiento dentro del mismo negocio.
No se trata de incomodar a tus seres queridos; formalizar el negocio familiar es la mejor manera de blindarlo y protegerlo de las sacudidas y vaivenes que suceden en las familias y en el mismo mercado laboral.
Insistimos en que una cosa es la ayuda y otra cosa es el compromiso. Y el compromiso se labra mejor dentro de la formalidad.
Si la informalidad o la desorganización, es uno de los puntos débiles con los que debes lidiar como líder del negocio familiar, que está influyendo en el estancamiento económico. Te sugerimos:
- Convoca a tu pareja y/o parientes que integran el negocio familiar a establecer una estructura organizacional eligiendo cuál es la que puede adaptarse mejor al tipo y tamaño del negocio.
- Organiza los cargos y define los roles. Para que cada quien no haga lo que le parezca ni todos hagan de todo. Establece el factor diferencial.
- Crea espacios de tiempo para construir el protocolo familiar en donde puedan consignar las normas y reglas de conducta bajo las cuales se relacionarán dentro del negocio.
Darle formalidad al negocio familiar además de evitar choques y conflictos que trascienden y deterioran las relaciones; facilitará la productividad y la eficiencia y te ayudará a trabajar con personas disciplinadas y comprometidas que se enfocarán en los objetivos del negocio.
✍? Recuerda que la formalidad también es tu mejor aliada y tu mayor respaldo cuando se trata de tomar decisiones oportunas, transformar los resultados económicos del negocio y evitar el ingreso de parientes sin méritos.

Suele pasar que en los negocios familiares tiende a existir una mayor resistencia para aceptar una figura de autoridad.
Tener un jefe o un líder puede ser tomado como una amenaza a las relaciones y al bienestar de la familia o de la pareja por parte de algunos.
Por ejemplo, hemos visto en parejas que trabajan juntas en sus propios negocios, cierta resistencia o rechazo por parte de uno hacia la jefatura o el liderazgo del otro, asumiendo que esta diferencia va en contra de la relación equitativa y de igualdad que tienen como pareja.
En algunos hermanos y primos que trabajan juntos, también tiende a presentarse esta resistencia a elegir el liderazgo de alguno por temor a romper con relaciones de igualdad.
Creemos que cuando esto sucede definitivamente hay que ajustar varias tuercas, especialmente en la estructura y formalidad del negocio. Porque se está confundiendo la organización familiar con la organización del negocio.
Resistirse al liderazgo o rechazar la autoridad es como tener un cuerpo sin cabeza o un preescolar sin profesora.
Y esto representa varios problemas: decisiones postergadas, pérdida de oportunidades, pérdida de clientes, desorden en las funciones, confusiones en las responsabilidades, ausentismos frecuentes que bajan la productividad o afectan la calidad del servicio, retardo en la solución de problemas, poca disciplina, incertidumbre en clientes y proveedores, entre otros.
Si la resistencia al liderazgo o a las figuras de autoridad es un punto débil en tu negocio familiar te sugerimos:
- Proponer una estructura de organización circular en lugar de vertical, en donde hayan varios líderes en distintos campos, según sus habilidades de liderazgo.
- Te insistimos en elaborar un protocolo familiar para ayudar a diferenciar las relaciones laborales de las relaciones familiares. De la elaboración del protocolo pueden aflorar los líderes naturales del negocio, elegir, o construir los criterios de elección para elegirlos.
- Construye o apóyate en el organigrama para identificar con tu pareja o con tus familiares, cuál es la clase de líder y qué habilidades de liderazgo se necesitan para guiar a los integrantes del negocio hacia determinados objetivos económicos.
✍? Tener un líder que además le imprima autoridad a su liderazgo; marca la diferencia entre un negocio familiar que trabaja sin ver los resultados económicos de su esfuerzo, y una empresa familiar rentable y creciente que se convierte en patrimonio familiar.
Y un último factor que no podemos dejar atrás porque es la base de todos los puntos anteriores que te hemos contado es…

Es uno de los puntos más influyentes en los resultados económicos del negocio familiar.
Esta mentalidad “de pequeño negocio”, afecta directamente las finanzas porque no puedes transformar con tu pareja o tus parientes los resultados económicos del negocio sino hay una disposición al cambio, si no hay actitud ni disposición a la reorganización, a los requerimientos del crecimiento, o a las exigencias para elevar el nivel.
Si las personas no están dispuestas a moverse de sus zonas de comodidad es difícil dar el salto para convertirse en empresa.
Tan importante es este tema, que hay muchas llamadas “empresas” que siguen siguen gestionando su negocio como si fuera un “pequeño negocio”, por eso se les hace más difícil crecer y avanzar.
Detrás de las resistencias y conflictos para asimilar la gestión administrativa del negocio con estructura y formalidad; hay creencias y temores. Por ejemplo, creer que el crecimiento del negocio se volverá una amenaza para la unión y armonía familiar.
También hay ideas y expectativas que influyen en la mentalidad “de pequeño negocio” relacionadas por ejemplo con la pérdida de la libertad, del estatus, con el autoritarismo del líder, con el supuesto de que trabajar con la familia iba a ser más fácil que en otras empresas etc.
Conocimos un centro de estética y belleza con gran potencial de crecimiento económico por las capacidades de su líder y la calidad de sus productos y servicios; sin embargo los familiares que trabajan en el negocio rechazan y se niegan continuamente a acatar las normas y asumir el rol que desempeñan con toda la seriedad y profesionalismo.
Por lo tanto, el negocio se mantiene pero no crece y sus integrantes aunque inconformes con las ganancias “se empeñan” en no ajustarse al esquema administrativo. Un caso típico de mentalidad de “pequeño negocio”.
En cambio, cuando hay mentalidad de empresa sucede todo lo contrario:
Los integrantes del negocio familiar aprenden a trabajar como equipo; abrazan la estructura y la organización de la gestión empresarial, asumen las funciones de su rol con todo liderazgo y compromiso; se afianza el sentido de pertenencia; aceptan y valoran el liderazgo; pero sobretodo, se enfocan en lo que el negocio necesita para crecer por encima de sus propios egos y comodidad.
Cada negocio familiar es libre de funcionar como desee, pero si quieres mejorar los resultados económicos en el tuyo, trabajar con mentalidad de empresa es el trampolín para lograrlo.
Para convertir la mentalidad de “pequeño negocio” a la mentalidad de “Empresa familiar” y lograr transformar los resultados económicos, te sugerimos comenzar por:
- Identificar las creencias, ideas u opiniones que generan mayor bloqueo o resistencia al cambio o a la formalidad. La idea es que las logres derrumbar o replantear con argumentos.
- Activar tu poder de liderazgo y re-conectar a quienes trabajen contigo con la visión, los principios y los objetivos del negocio así como con las metas económicas que deseen alcanzar entre todos, y aclarar los beneficios para cada uno.
- Acordar con tus familiares o con tu pareja qué necesita hacer cada uno para lograr los objetivos económicos que se han propuesto.
Si decides implementar estas sugerencias, ayudarás a cambiar la mentalidad de los integrantes del negocio que lideras, y verás cómo los resultados económicos de tu negocio cambian. Estas sugerencias además las puedes implementar en un corto plazo de tiempo.
Si decides hacerlo, es muy importante que también consideres fortalecer tu mentalidad de líder de empresa y desarrolles esas habilidades que necesitas tener, para impulsar ese cambio de mentalidad de “pequeño negocio” a Empresa familiar.
¿Y sabes algo? Cuando hablamos de estos temas hay una pregunta recurrente que nos hacen: Y si solo somos dos, ¿todo esto es necesario tenerlo en cuenta?
Nuestra respuesta es un rotundo SI. Porque entre más organizado y claro se encuentre el funcionamiento del negocio desde el principio, es mucho más fácil crecer.
Para terminar, te invitamos a identificar ese punto débil del negocio familiar en el que tal vez estés cayendo en este momento y lo consideres como un tema a revisar dentro de la planeación para el año que viene, a fin de resolverlo o tal vez fortalecerlo a través de acciones concretas.
¡Que sea un propósito para el nuevo año!
Y recuerda compartir este artículo con las personas a las que creas les puede ayudar.
Con amor,
Claudia y Mónica
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